¿Estamos normalizando la violencia del narco?
Si seguimos la pauta de los mass media la respuesta es afirmativa
Como dice el célebre lema del Washington Post, la democracia muere en la oscuridad. En las sociedades abiertas, la libertad de prensa es un requisito esencial para saber los entresijos del poder, controlar a los que mandan y formar opinión.
Alexander Hamilton, en “El federalista” dice: "La libertad de prensa es uno de los baluartes más fuertes de la libertad y nunca puede ser restringida sino por gobiernos despóticos."
Toda la razón.
¿Pero habrá algún límite razonable? ¿Donde termina el derecho de informar, y comienza la apología de la violencia?
Tiempo que no veía las noticias por TV, pero de punta a cabo los noticiarios están mostrando ajusticiamientos, baleos, muertes violentas por doquier. Hay cámaras por todas partes, y no es difícil conseguir las imágenes, ademas todo el mundo porta celulares, que se levantan y graban, apenas suena el primer disparo.
Las imágenes apenas difuminan el cuerpo que se desploma, cuando el proyectil lo atraviesa o el cuchillo lo corta. Y conté hasta ocho veces la repetición, mientras la música digna de Hitchcock y la voz fúnebre, alterada y escandalosa del locutor, repite que al tipo lo mataron. (?)
Me entero ocho veces, que al tipo lo mataron.
Los funerales narcos son el nuevo reality show
La muerte de un pandillero es noticia nacional y provoca cadenas de facto en los programas de televisión. Se entrevista a los deudos, aparecen unas cuantas armas de fuego, musica urbana que le llaman y largos paneos a la carroza Maserati que traslada el cuerpo.
Es la antesala de la violencia criminal que viene con la venganza. La pandilla del muerto va a ir sobre los que lo mataron, y eso también será transmitido por los medios, probablemente en directo.
Hemos normalizado la violencia, el crimen, la muerte de una manera que no tiene precedentes en la historia democrática del país. El crimen organizado en nuestro país, no necesita expertos en comunicación estratégica, los propios medios hacen el trabajo gratuitamente.
Y la policía sirve de escolta, como si de una celebridad se tratara.
¿Pueden los medios transmitir lo que se les venga en gana?
Bueno, es la ventaja de una sociedad abierta.
Tema distinto, es la propia autorregulación que deberían tener al momento de definir las pautas informativas. Porque como en toda actividad humana, no todo vale.
¿A cuanto estamos de la apología del crimen organizado? Una cosa es informar, otra es servir de vehículo propagandístico.
Hace unas décadas, recién llegada la televisión por cable, venía en el paquete el canal colombiano, eran los tiempos de Pablo Escobar.
Los noticiarios tenían el mismo estilo de los que hoy abundan en la TV abierta. También mostraban los cadáveres, las balaceras, había caza noticias que los fines de semana, se ubicaban estratégicamente en lugares en los cuales podía haber violencia criminal, la grababan y luego al noticiario.
Un emprendimiento muy lucrativo, pero macabro.
Hasta que un día el canal colombiano lo cortaron, era muy violento, me dijeron y no sé si será verdad, pero el propio gobierno de allá pidió que no lo internacionalizaran más.
En Chile los medios no se auto regulan, la violencia vende, entonces se exhibe. El criminal es una celebridad, entonces su funeral se transmite en directo.
El problema no es la noticia sino su tratamiento
Quiero ver noticias. No participo de la apología del crimen organizado .
¿Noticias internacionales? France 24, la Deutsche Welle, los diarios top que por ¡diez dólares anuales! en oferta, me permiten saber lo que pasa más allá de las fronteras.
¿Noticias nacionales? Los numerosos podcast que en 15 minutos temprano en la mañana, o por la noche, te dejan al día con los hechos nacionales más importantes.
No necesito ver morir ocho veces a una persona, no quiero asistir en directo al funeral del narco de moda, no quiero oír los éxitos musicales del cantante urbano que era su amigo, no necesito saber que el muerto regalaba dulces a los niños del barrio y pagaba las cuentas de la luz de los vecinos, no quiero saber quienes serán los próximos muertos de la pandilla rival.
Y sería recomendable, que los medios se auto regularan. Es lo razonable en una sociedad, donde la libertad de prensa exige que el buen sentido común se imponga por sobre los contenidos baratos, que convierten la garantía de la libertad de prensa en una patente de corso.