¿De las pantallas al papel escrito?: El método Cornell para tomar buenos apuntes
No es novedad que el que enseña bien crea posibilidades para los demás y para sí mismo. Cuando eres capaz de explicar un idea con tus palabras y ese razonamiento es comprensible para quienes te escuchan es una habilidad que se hace imprescindible en la vida tanto profesional como cotidiana.
La preguntas que surgen muchas veces pueden ser: ¿Cómo se adquiere esa habilidad? ¿Cómo se puede llegar a comprender algo de la mejor forma?
Todos tenemos nuestros propios métodos; algunos memorizan ideas, otros sonidos o colores, pero el más común y antiguo es tomar notas por escrito.
Por ejemplo, cuando leemos un libro científico, es deseable lápiz y papel para hacer notas. El procedimiento es el siguiente; vamos a una clase con cuaderno y lápiz, anotando todo de manera casi literal de acuerdo al expositor, porque tomar notas es aplicable para toda clase de actividades en las cuales nos entregan conocimiento.
Esto es una técnica que se considera olvidada, no es noticia que el papel ha sido reemplazado por la tecnología o por las presentaciones que se entregan en distintas instituciones académicas, que la mayoría del tiempo contienen enormes cantidades de texto en cada diapositiva, dejando de lado la capacidad de síntesis. No es malo volver a lo tradicional de vez en cuando.
Sin duda, existen prácticas peores, como cuando el alumno despliega su computador para hacer las notas y se pasea por las redes sociales durante toda la clase. O ve la Champions League, sin volumen, por cierto.
El método es muy simple y efectivo
Fue creado hace setenta años, por el profesor Walter Pauk, Director del Centro de Estudio y Lectura de la de la Universidad de Cornell.
Sirve para anotar ideas, como cuando leemos un libro, revisamos una sentencia o un paper académico.
Para tomar notas, dividimos la hoja en tres áreas, dibujando dos líneas horizontales y una línea vertical, como se muestra a continuación. Para explicar mejor, he puesto letras a las áreas, A, B y C.
El encabezado, nos sirve para anotar cuestiones como fecha, título del libro, tribunal y partes de la sentencia, expositor, tema, número de hoja, etc.
En el área signada con la letra «A», escribimos la información. Son las «notas de clase», o «notas de lectura», donde también dibujamos los esquemas, hacemos infografías breves, registramos todo lo más importante de la exposición o lectura.
En el área «B» , una vez terminada la lectura o la exposición, revisadas nuestras notas, escribimos las palabras claves, las preguntas, los pendientes sobre el tema.
En el área «C», debemos ser capaces de sintetizar en forma clara, con unas pocas frases, el contenido de las áreas «A» y «B». A través de este ejercicio, estaremos en condiciones de explicar de manera correcta y comprensible, el tema tratado.
Existen variados recursos para adoptar el sistema
Desde el block de hojas que compras en la librería, hasta plantillas que utilizas en cualquier procesador de texto o aplicación para archivos pdf.
Si lo tuyo son las tablets, hay variadas aplicaciones tanto en Android como en iOS. Yo utilizo Noteshelf muy amigable, ordenada y estable. Entre sus múltiples plantillas, ofrece una para notas Cornell. No, la aplicación no me paga por escribir este post.
PD: Prueba adaptar el método para tomar apuntes en juicios orales y alegatos ante las Cortes.