Crimen organizado: 10 verdades incómodas con casos reales que revelan su verdadero poder
De México a Italia, ejemplos concretos muestran cómo las mafias y carteles se adaptan, infiltran y prosperan incluso bajo presión estatal
Hablar de crimen organizado no es hablar solo de armas, dinero y violencia. Es hablar de una estructura que no se agota con un arresto ni se desmantela con un operativo. En más de tres décadas, hemos visto cómo estos grupos se regeneran, amplían sus redes y perfeccionan sus métodos.
A continuación, 10 verdades incómodas —respaldadas por casos reales— que explican por qué el crimen organizado sigue vigente.
1. El líder es reemplazable
Cuando un líder criminal es capturado o eliminado, el golpe rara vez desarticula la estructura. Estas organizaciones no dependen de una sola persona, sino de redes jerárquicas con mandos intermedios listos para asumir el control.
📍 Ejemplo: La captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2016 fue presentada como una gran victoria del Estado mexicano. Sin embargo, su hijo Ovidio Guzmán López y el histórico socio de su padre, Ismael “El Mayo” Zambada, mantuvieron intactas las rutas de tráfico y las alianzas internacionales. Incluso tras la extradición del Chapo a EE. UU., el Cártel de Sinaloa continuó siendo uno de los principales exportadores de metanfetamina y fentanilo hacia el norte, según informes de la DEA.
2. Fijarse en un solo enemigo es un error
Concentrar esfuerzos contra una sola organización puede generar un “efecto vacío” que otras bandas aprovechan para expandirse.
📍 Ejemplo: Durante el Plan Colombia (2000-2015), el objetivo principal fue debilitar militarmente a las FARC. Aunque se redujo su capacidad operativa, el retiro de la guerrilla de vastas zonas rurales permitió que grupos paramilitares, disidencias y carteles como el Clan del Golfo ocuparan esos territorios, manteniendo e incluso aumentando la violencia.
3. La debilidad del Estado de Derecho se paga caro
La ausencia de un sistema judicial sólido lleva a que la respuesta inmediata sea militarizar la seguridad, con resultados limitados y temporales.
📍 Ejemplo: En México, la “guerra contra el narco” iniciada en 2006 desplegó al Ejército en las calles. Si bien se lograron capturas importantes, los homicidios se dispararon de 8867 en 2007 a más de 36000 en 2019. El problema estructural —corrupción en policías y falta de independencia judicial— permaneció intacto.
4. La migración no es el problema, pero puede ser la vía
El crimen organizado aprovecha los flujos migratorios para mover personas, drogas, armas e información.
📍 Ejemplo: El Tren de Aragua ha usado las rutas migratorias irregulares desde Venezuela hacia Chile, Perú y Colombia no solo para infiltrar miembros, sino también para mover mujeres y menores destinados a la explotación sexual, transportar armas y drogas, y establecer redes de microtráfico en ciudades fronterizas y capitales.
5. Tecnología al servicio de la ilegalidad
Los grupos criminales invierten en tecnología para ganar ventaja táctica y psicológica.
📍 Ejemplo: El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha usado drones comerciales modificados con explosivos para atacar a rivales y fuerzas de seguridad en Michoacán. Desde 2020, la Fiscalía mexicana ha registrado más de 260 incidentes con drones armados, que no solo causan daños físicos, sino que también generan terror en la población.
6. Infiltración en las instituciones
El acceso a información privilegiada y la manipulación de procesos judiciales otorgan una impunidad más eficaz que cualquier arsenal.
📍 Ejemplo: En Argentina, (2018) el caso de “narcojusticia” reveló cómo jueces federales protegían a organizaciones criminales. El ex juez de Orán, Raúl Reynoso, fue acusado de liderar una asociación ilícita que favorecía a narcotraficantes, filtrando información de operativos y reduciendo cargos a cambio de sobornos millonarios. En paralelo, el juez de Itatí, Carlos Soto Dávila, fue imputado por facilitar el ingreso de marihuana desde Paraguay con complicidad de autoridades locales y fuerzas de seguridad.
7. Influencia en la política
Colocar aliados en cargos clave permite controlar leyes y presupuestos.
📍 Ejemplo: La ‘Ndrangheta italiana, considerada la organización criminal más rica de Europa, financió campañas de concejales y alcaldes en Calabria, Lombardía y Emilia-Romaña. A cambio, recibían contratos públicos, control de licitaciones y acceso a información fiscal. Investigaciones de la Fiscalía Antimafia han documentado su capacidad para manipular votaciones municipales completas.
8. La seguridad comunitaria no basta
El miedo es un arma de control social que neutraliza los esfuerzos vecinales.
📍 Ejemplo: En São Paulo, el Primeiro Comando da Capital (PCC) impone reglas propias en barrios periféricos: prohíben delitos menores contra vecinos para ganar legitimidad, pero exigen obediencia absoluta. Las sanciones por desobedecer van desde multas hasta ejecuciones públicas, eliminando cualquier intento de organización comunitaria independiente.
9. Debilitarlos no es lo mismo que destruirlos
Una banda puede fragmentarse, pero las redes criminales tienden a reciclarse.
📍 Ejemplo: Tras la muerte de Pablo Escobar en 1993, el Cártel de Medellín desapareció como tal, pero sus rutas y contactos fueron heredados por el Cártel de Cali y luego por la Oficina de Envigado. A mediados de los 2000, facciones de paramilitares desmovilizados retomaron esas actividades ilícitas, adaptando el modelo de negocio.
10. La cooperación institucional es vital
Sin coordinación entre agencias, el crimen organizado opera sin obstáculos.
📍 Ejemplo: La MS-13 y Barrio 18 han mantenido presencia simultánea en El Salvador, Honduras y Guatemala gracias a la falta de intercambio de datos policiales y control fronterizo. La Operación Cross Border X (2014), es un ejemplo de cooperación entre la DEA de Estados Unidos, la Policía Nacional de Colombia, la Policía Nacional de España, Europol y agencias de inteligencia financiera, logró desarticular una red transnacional de narcotráfico que enviaba cocaína desde Colombia hacia España y otros países europeos.
Conclusión
El crimen organizado, no se derrota con arrestos mediáticos ni operativos aislados. Es una red que aprende, se adapta y siempre busca nuevas grietas para colarse.