Cinco propuestas para volver a clases de Derecho. No será fácil.
A dos años de las clases vía zoom, muchos alumnos no conocen la Universidad ni a sus compañeros. Me refiero a los que actualmente cursan primer y segundo año.
Han seguido los contenidos desde sus casas. Algunas veces en posición horizontal, a tempranas horas de la mañana, de manera absolutamente pasiva, sin interacción y en oportunidades sin motivación. Ya sabemos cómo el ambiente influye en nuestras conductas, un pariente cercano enfermo de COVID puede hacer la gran diferenci a entre estar o no estar concentrado en clase.
Los alumnos son evaluados mediante cuestionarios enviados por correo, entregados a la disyuntiva de construir las respuestas de manera honesta, pensando que algún día estarán con sus conocimientos solos contra el mundo. Pero también con la tentación de hacer un trabajo colectivo y tramposo.
Son al menos dos generaciones, que no conocen la vida universitaria. Carecen de hábitos tales como llegar puntualmente a la sala, no han ejercido la sana convivencia del pluralismo de ideas y el debate informado. No han administrado los tiempos de manera autónoma, sus libertades han estado severamente restringidas por el confinamiento.
¿Qué hacer?
No será fácil, aquí algunas propuestas:
Habrá que tener un período de un par de meses, para acostumbrarlos a la vida universitaria.
Enseñarles a participar activamente en clase, mediante técnicas adecuadas de expresión oral y con respeto por las opiniones ajenas.
Hacer la transición de lo digital a lo presencial, mantener algunas formas de enseñanza en lenguaje binario, atractivo y ojalá mediante interacción vía zoom.
Entregarles algunas técnicas de estudio, de tal forma que sean capaces de enfrentar las evaluaciones presenciales.
Proporcionarles herramientas para el manejo del estrés, la ansiedad, que inevitablemente estarán muy presentes en el hogar ante los nuevos desafíos intelectuales, muy lejos de la matriz protectora del hogar.
Se trata de que aprendan a administrar su libertad, en una nueva y desconocida realidad para ellos, severamente cercenada por las prolongadas restricciones y cuarentenas durante la pandemia.